
Fue sorpresivo encontrarme por el mes de mayo un artículo en internet donde se anunciaba que la película de Don Gato estaba en proceso de post-producción cuando ni siquiera se sabía nada del proyecto desde antes, y mientras continuaba leyendo el artículo me entusiasmaba al ver a Warner involucrados en el proceso pero al momento que llegue a la parte donde la verdad era que la empresa había vendido los derechos a la casa animadora mexicana Anima Estudios después de pláticas con ellos para hacer el largometraje comenzó mi preocupación, no me malentiendan, la casa ha realizado proyectos impulsando la animación mexicana aún en pañales, pero cuando hablamos de un producto que tiene su origen de otro país y que se convirtió en una serie de culto en México gracias a su doblaje y adaptación cultural siempre corre preocupa que toquen algo tan querido para el público.