30 septiembre, 2013

No Se Aceptan Devoluciones (de su dinero).



Después del éxito de la opera prima de Gaz Alazraki “Nosotros Los Nobles”, parecía casi imposible verse repetir el éxito que esta consiguió en el país y que hacía pensar que no se vería algo asi en un buen tiempo, pero no contábamos con que el comediante de televisión y actor, Eugenio Derbéz viniera unos meses después a demostrar que el género de la comedia en México es el preferido del espectador en el país.

Con una campaña de marketing enorme, comenzando por su exitosa distribución y estreno previo en estados unidos llegando al mercado hispanohablante, la película del comediante tenía el éxito casi seguro por dos razones:

1) El alcance de el como luminaria del espectáculo en México y

2) el apoyo que Televisa por medio de Pantalion Films le daría para impulsar su promoción en medios de comunicación nacional donde no se ha hecho más que hablar de la película desde que se dio a conocer su primer avance hace unos meses.

Lamentablemente, a comparación del film de Alazraki,  la cual si no es la gran película funciona gracias a su notable producción y su solido elenco, la opera prima de Eugenio resulta un drama televisivo llevado al cine con un guión que no sabe si ser una comedia muy a su estilo entre chistes de doble sentido, de pastelazo e incluso humor racista y de mal gusto, intentando ser dramático con una narrativa de novela manipuladora, donde lo único que busca es llegar al espectador más incauto para que este en gran parte sienta lastima por ambos de sus protagonistas de la forma más simplona y poco creativa posible.

No se aceptan devoluciones” es un pastiche tanto de clásicos del cine como de comedias actuales que han girado alrededor de la misma premisas donde el guión nos cuenta la historia de un estereotipo de acapulqueño que tiene una mezcla de personajes cómicos que el mismo Derbéz ha interpretado una y otra vez en sus programas, al grado de sentirse un personaje agotado y sin dimensión desde la primera escena en la que aparece, caso contrario al de su joven protagonista que interpreta a su hija, la cual su madre abandona a su suerte con su irresponsable padre y que por medio de varias situaciones "cómicas", este se encariña con la niña y toma las responsabilidades de ser un padre. La pequeña Loreto Peralta es sin duda lo más sobresaliente del film con una encantadora actuación.

El primer acto pasa no solo entre “homenajes” si no hasta escenas calcadas de entre películas como The Kid de Chaplin y Un Papa Genial de Dennis Dugan para pasar por un desarrollo narrativo fallido que busca emular a Kramer vs. Kramer, rematando con su lacrimógeno y manipulador acto final plagado de forzados y por demás ridículos giros de tuerca que solo alarga innecesariamente la duración del metraje de una comedia que bien puro haber durado una hora y ser transmitida por televisión.

Estamos ante un caso donde cinematográficamente esta película no ofrece absolutamente nada, vaya ni en su producción que es de carácter televisivo, pero que como caso de mercadotecnia sería objetivo de análisis y que si bien demuestra el tipo de cine que el espectador mexicano busca en estos momentos, la intrascendencia de una película donde su director y actor principal ofrece un contenido de la misma calidad que ofrece en sus programas en televisión abierta, es innegable.

CALIFICACIÓN: 2 / 10

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