Como seres humanos, al apreciar alguna de las diferentes corrientes artísticas, tendemos ante nuestro más profundo sentir, nuestros personales y bizarros gustos generamos una cierta admiración por uno o varios artistas ya sea desde músicos, pintores, pasando por fotógrafos hasta, en este caso, irreverentes y visionarios cineastas que nos transportan a mundos in imaginados.
En mi personalísimo caso, un cinefilo declarado, y habiendo apreciado una gran cantidad de cintas a lo largo de mi corta vida viendo evolucionar a directores de gran importancia a nivel mundial, hay uno a quien no solo considero uno de los más grandes talentos del cine contemporáneo y un modelo a seguir para aquellos nuevos talentos que buscan abrirse paso dentro de esta industria audiovisual tanto a nivel nacional como internacional.
Estoy refiriéndome al oriundo del Distrito Federal, responsable de películas aclamadas tanto como espectadores como por la critica internacional "Y Tu Mamá También" y "Niños del Hombre", un arriesgado personaje que abandono el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos en busca de un sueño ambicioso que lo llevó en primera instancia a dirigir su primer largometraje en México "Solo Con Tu Pareja" y que después de esto el camino lo llevo a Estados Unidos a picar piedra para lograr un sueño, me refiero a Alfonso Cuarón Orozco, el cineasta y soñador.
Caracterizado por su obsesión con la técnica de los planos secuencias en sus cintas, por su fraternal relación laboral y amistosa con su cine-fotógrafo de cabecera Emmanuel "El Chivo" Lubeski. Cuarón transmite por medio de sus cintas como es que disfruta del contar historias sustentadas en la esperanza, la emotividad y los profundos análisis de espíritu humano a través de la diversidad de sus personajes quienes luchan ante adversidades por muy difícil que sea su viaje.
Considerar a Cuarón un visionario es más que correcto, es evidente, porque se entrega a sus historias utilizando un lenguaje cinematográfico único e irrepetible que va desde la persistencia retiniana procesada para quedase en la memoria del espectador y que logran trascender dentro de la evolución del arte más joven del mundo quedándose como parte de su historia gracias a la inventiva forma de hacer cine de este director.
Como olvidar aquel roadtrip de descubrimiento y madurez de Tenoch y Julio con una atormentada extranjera por playas mexicanas en "Y Tu Mamá También"; o esos planos secuencias cargados de suspenso mientra Theo intenta poner a salvo a Kee y su hijo en "Niños del Hombre"; o aquel inolvidable vuelo en hipogrifo de Harry Potter sobre el castillo de Hogwarts. Momentos inolvidables y que buscamos constantemente en volver a repetir.
A Cuarón es de admirarse su pasión por esta joven corriente artística con el esencial objetivo que esta tiene: engañar al espectador y transportarlo fuera de su realidad a mundos sin explorar, convirtiendo a Cuarón en un chantajista, un loco creativo e inventivo, un obsesivo visual y un orgullo nacional que ha sobresalido por su increíble esfuerzo y la dedicación a su más profunda pasión siendo claro ejemplo de que cuando "amas algo, NO LO DEJAS IR".
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