27 noviembre, 2013

Los Juegos del Hambre: Más que un simple juego.


Hace un año se estreno la primera adaptación de la trilogía literaria de la autora Suzanne Collins Los Juegos del Hambre a cargo del director Gary Ross (Amor a Colores) y como guionistas la misma Collins, Ross y Billy Ray con un resultado, que si bien fue satisfactorio tanto en taquilla como en crítica, parecía que esta sería otra saga más de amor adolescente justificada con una trama, en este caso, con una premisa interesante pero que no lograba profundizar tanto en esa oscuro universo en el que se desarrollaba.

Katniss Everdeen regresa al Distrito 12 después de sobrevivir junto a Peeta Mellark, su compañero de distrito y ahora supuesto enamorado, para lidiar con los “lujos” que les valieron haber ganado los 74 Juegos del Hambre pero que como avanza el metraje, descubrimos que no es cosa ya de dos personajes, si no de lo que estos representan para los oprimidos distritos de PANEM y el posible levantamiento en contra del Gobierno de Presidente Snow. Los Juegos del Hambre: En Llamas inesperadamente inicia con un conflicto que es mayor a los intereses propios de sus protagonistas y que da pie a una película de enormes proporciones y con grandes aspectos narrativos a explotar, que hacen parecer a su primera parte un mero pretexto explicativo para prepararnos para el desarrollo de una saga completa.

De inicio, esta segunda parte es más violenta, basta con ver una de las escenas de los primeros minutos donde fusilan a un habitante del Distrito 11 quien a través del canto del Sinsajo demuestra su descontento contra el Gobierno y que a partir de aquí, el director Francis Lawrence (Soy Leyenda) se deja de tapujos y busca, sin ser demasiado grafico, representar esa angustia y miedo a las represalias que comienza a tomar el Presidente Snow en contra de aquellos a que decidan iniciar una revolución en su contra, gracias a la imagen de Katniss.

Aunque podemos darle todo el merito a  Francis Lawrence, quienes se llevan el crédito de tan buenos resultados en muchos aspectos son sus guionistas, dos grandes como lo es Michael Ardnt (Toy Story 3, Pequeña Miss Sunshine) y Simon Beaufoy (127 horas, Quisiera Ser Millonario) quienes adaptan de forma estupenda el segundo libro de Collins, y que dan al director las facilidades para aprovechar y dar agilidad a la narrativa de la película, con mucha más acción y suspenso, aunque sí, con algunos notables huecos por aquí y otras incoherencias por acá.

En cuanto a la producción, es notable el aumento de presupuesto que se obtuvo gracias al éxito de la primera película: mejores efectos visuales, maquillaje, vestuario, escenarios e incluso su banda sonora. Puntos a favor de esta superproducción es que no está filmada ni convertida a Tercera Dimensión y que apuesta al uso de cámaras IMAX para una inmersión completa del espectador.

El elenco es fantástico. Jennifer Lawrence se siente más arriesgada a explotar dramáticamente al personaje de Katniss, Josh Hutcherson y Liam Hemsworth pese a sus cortas participaciones, cumplen con creces en sus respectivos personajes, así como la participación de Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Lenni Kravitz, Philip Seymour Hoffman, los nuevos tributos donde sobresale Jena Molone, pero sobretodo la importancia que se le da al personaje de Donald Southerland y que impacta como el antagonista que debió haber sido desde el primer filme.

Una película plagada de acción, suspenso, drama  e incluso comedia, Los Juegos del Hambre: En Llamas es aquel blockbuster que esperábamos se estrenara en verano, que dejara no solo a los fans, los sus espectadores en general, con ganas de que se estrene ya Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 1.

CALIFICACIÓN: 8.5 / 10

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