Dentro del Festival de Cannes este 2012, dentro de la categoría “Una Cierta Mirada” (Un Certain Regard)
la cual premia a películas con un estilo innovador y desafiante narrativa, fue
nada más ni nada menos que entregado por parte del presidente del jurado este
año, el actor Tim Roth, al mexicano Michel Franco por su segundo largometraje
titulado “Después de Lucia”.
Desde ese momento podría decirse
que la película quedo marcada como “la ganadora en Cannes de este año”.
Confieso que no he visto la opera
prima de Franco, “Daniel y Ana”, y
tal vez en un futuro lo haga, pero “Después
de Lucia” ha sido el largometraje que lo ha puesto a la vista de los medios
nacionales por este logro y donde incluso apoyado de la Fundación Televisa, se inició una campaña de distribución y
marketing que no se había visto con ninguna película nacional hasta ahora.
¿De qué va el filme que tanto se
ha comentado en los medios? Decir que el tema principal de esta película es el
acoso escolar (o “bullying” para
aquellos que usan el termino norteamericano) es demeritar temas más profundos dentro
de la película, pero sin duda este tema le ha abierto paso a la película para
posicionarse e incluso representarnos como candidata al Oscar de este año.
La historia nos cuenta el
viacrucis de un padre (Hernán Mendoza) y su hija llamada Alejandra (Tessa Ia)
que después de la trágica muerte de la madre y esposa, deciden dejar su lugar
de origen, Puerto Vallarta, para iniciar una nueva vida en el Distrito Federal
y dejar atrás el terrible suceso. Pero
la vida nueva para ambos resulta peor, mientras que el padre de Alejandra se
hunde en depresión, ella después de un suceso desafortunado, comenzará a sufrir
de acoso escolar por parte de un grupo de compañeros.
El primer acto de la película es
intenso en escenas, y los encuadres y manejos visuales narrativos son pausados
y sofocantes donde vemos el cambio de vida de ambos personajes, donde el
grandioso Hernán Mendoza sabe transmitir el dolor que le embarga y que lo hunde
en depresión alienándolo de todo lo que sucede a su alrededor, mientras que
Alejandra simplemente desea pertenecer al nuevo lugar al que llega.
Dando paso a la segunda parte del
film, Michel Franco comienza a atar cabos y a denotar la fractura familiar que viven
ambos personajes y dando pie a que Alejandra cometa el error que le costara
caro dentro del círculo social que se encuentra al ser grabada teniendo
relaciones sexuales con un compañero de la escuela y siendo difundido por la
web, interesante y cruel reflejo de la comunicación viral actual.
Si bien Franco logra captar la
decadencia de padre e hija, cada uno a su estilo reflejando la falta de
comunicación entre ambos, al momento de llegar a las escenas donde Alejandra es
acosada constantemente, el director pese
a que logra hacernos sentir coraje y repulsión por este fenómenos social del
acoso escolar, abusa de los elementos narrativo-visuales para provocar
controversia haciéndolo alejarse en momentos del punto central de la trama.
Pese a esto, la película logra
una consistencia cinematográfica admirable para llegar a un frustrante pero a
la vez aterrizado final que reflexiona sobre las relaciones entre padre e
hijos, así como la decadencia social que el ser humano experimenta ante la
intolerancia y la perspectiva moral de las situaciones, como lo es el acoso
escolar.
Un punto importante y que
resalta, es como dentro de la narrativa, la película insiste en un pequeño
aparato electrónico como el antagonista principal y torturador constante de
padre e hija: el teléfono celular.
Escenas como cuando el padre de Alejandra solo puede comunicarse con ella de
forma correcta por este medio, la grabación del video, el constante acoso de
sus compañeros siendo filmado por este medio e incluso el “flashback” de Alejandra sobre el accidente de la madre recordado de
la grabación de un teléfono celular hacen un retrato de la realidad actual y la
comunicación social por medio de la tecnología.
La película cuenta con aspectos cinematográficos
valiosos, con un ritmo correcto e incluso la falta de música permite que la
perspectiva como espectador se haga más íntima con las situaciones que suceden
en la historia pese a la sobreexplotación de recursos narrativos, la película
funciona resultando un proyecto cinematográfico dentro de nuestro cine muy
interesante y que vale la pena ser visto.
¿Logrará la nominación al Oscar a
Mejor Película Extranjera?, eso es lo de menos, y si lo logra será un gran
triunfo.
CALIFICACIÓN: 8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTA