Después del “hitazo” en taquilla
de Los Vengadores, Marvel Studios junto con Disney crearon bastantes
expectativas (así como dinero) para iniciar a lo que llaman la “Segunda Fase de
Marvel” donde ya están programadas 5 películas antes de la secuela que reunirá de
nuevo al grupo de superhéroes que se ganaron a los espectadores a nivel
mundial.
El primer superhéroe que inicia
esta segunda fase es la franquicia de Iron Man, como sucediera en 2008 con su
primera parte, la cual daría inicio a este ambicioso proyecto.
Tras su poco bien recibida por la
crítica, pero bien recibida en taquilla, segunda parte estrenada en 2010 que
marcaba el preámbulo al inicio de la Primera Fase despidiendo a Jon Favreau
como director y quedando el carismático y egocéntrico Iron Man en manos del
director Shane Black, a quien le respalda su trabajo como guionista en la saga
de “Duro de Matar” y su pasado trabajo junto a Downey Jr. (Kiss Kiss Bang Bang,
2005).
Con una escena inicial que nos
lleva de vuelta al fin de los noventa con la canción Blue (Da Ba Dee) de Eiffel
65 (disculpen la nostalgia noventera) donde Tony Stark celebra el inicio del
año 2000 se nos introduce de forma express a aquellos personajes que serán
quienes participen en esta nueva aventura del superhéroe con un extraño
monologo en primera persona del personaje.
Guy Pierce interpreta a Aldrich
Killian, un experto en tecno biología que planea un complot político apoyado de
El Mandarín, interpretado por Ben Kingsley, una copia casi de homenaje a Bin
Laden con un poco de la personalidad de varios políticos actuales con síndrome dictatorial.
Antes de seguir he de aclarar que aquellos puristas del comic seguramente
despotricaran en contra del personaje de Kingsley, eso está más que seguro,
pero si no lo son están a salvo de corajes y decepciones.
Mientras los antagónicos llevan a
cabo sus planes, el guion de Shane Black junto a Drew Pearce, detalla el estrés
post-traumatico que Stark vive después de lo acontecido en “Los Vengadores” y
debo decir que pese a no ser profunda la forma de demostrarlo narrativamente,
incluso cambiando su alcoholismo por divertidos ataques de ansiedad, el
desgaste que demuestra Downey Jr. del personaje está bien logrado, un hombre
que se debate entre la identidad de ser el superhéroe o solo un hombre usando
un disfraz.
El primer y segundo acto de la
película se logran, tienen el humor que ha caracterizado al personaje, la esencia
y donde la producción y la escenas de acción son majestuosas con unos efectos
visuales que van mejorando con cada entrega de Marvel Studios e incluso podemos
ver un notable crecimiento en el papel de Pepper Pots (Gwyneth Paltrow), pero
es para su tercer acto donde el guion se pierde en sus propias pretensiones.
El tercer acto plagado de
incoherencias narrativas y sucesos espontáneos que parecen sacados de la manga
hacen verlo demasiado apresurado y sobrecargado de efectos especiales, y que si
bien la escena del rescate al avión y la batalla final es visualmente magnifica
como espectador uno ya deja de preguntarse cosas y mejor se pone a disfrutar
del buen escenario plagado de acción que Black monta.
Cuando el film termina, después
de deleitarse con esos créditos finales estilo de película Serie-B, uno no sabe
que pensar, y disculpen si les arruino el final, pero es que me parece tan
correcto dejar un tipo de cierre (aunque algo ambiguo) como el que se plantea
para el personaje, pero a la vez tan poco justo para uno como espectador.
Es notable como lo dije al
principio ver que el director y guionista le vuelven a dar esa independencia al
personaje de Tony Stark apartándolo un poco del fenómeno Avengers.
No sé si habrá más películas el héroe
o no, pero si queda claro que el escenario queda puesto para su participación
en la segunda parte de la asamblea de superhéroes para la cual espero no hayan
olvidado (espero no crean que la destrucción de la mansión de Malibú haya sido
en balde) que Stark tiene una torre que reconstruir.
Y señores, no les tengo que recordar porque ya es tradición, quédense hasta que acaben los créditos para ver una muy
divertida escena final.
Ah, y por si no saben que elegir
entre las miles de opciones de formatos para ver la película, un formato 2D Digital
bastara, huyan del 3D que solo opaca la nitidez de la imagen.
CALIFICACIÓN: 7/10
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