Después del éxito de la opera prima de Gaz
Alazraki “Nosotros Los Nobles”, parecía casi imposible verse repetir el éxito
que esta consiguió en el país y que hacía pensar que no se vería algo asi en un
buen tiempo, pero no contábamos con que el comediante de televisión y actor,
Eugenio Derbéz viniera unos meses después a demostrar que el género de la
comedia en México es el preferido del espectador en el país.
Con una campaña de marketing enorme, comenzando
por su exitosa distribución y estreno previo en estados unidos llegando al
mercado hispanohablante, la película del comediante tenía el éxito casi seguro
por dos razones:
1) El alcance de el como luminaria del espectáculo en México y
2) el apoyo que Televisa por medio de Pantalion Films le daría para impulsar su promoción en medios de comunicación nacional donde no se ha hecho más que hablar de la película desde que se dio a conocer su primer avance hace unos meses.
1) El alcance de el como luminaria del espectáculo en México y
2) el apoyo que Televisa por medio de Pantalion Films le daría para impulsar su promoción en medios de comunicación nacional donde no se ha hecho más que hablar de la película desde que se dio a conocer su primer avance hace unos meses.
Lamentablemente, a comparación del film de Alazraki, la cual si no es la gran película funciona gracias a su notable
producción y su solido elenco, la opera prima de Eugenio resulta un drama
televisivo llevado al cine con un guión que no sabe si ser una comedia muy a su estilo entre chistes de doble sentido, de pastelazo e incluso humor
racista y de mal gusto, intentando ser dramático con una narrativa de novela
manipuladora, donde lo único que busca es llegar al espectador más incauto para
que este en gran parte sienta lastima por ambos de sus protagonistas de la forma
más simplona y poco creativa posible.
“No se aceptan devoluciones” es un pastiche
tanto de clásicos del cine como de comedias actuales que han girado alrededor
de la misma premisas donde el guión nos cuenta la historia de un estereotipo de
acapulqueño que tiene una mezcla de personajes cómicos que el mismo Derbéz ha interpretado
una y otra vez en sus programas, al grado de sentirse un personaje agotado y
sin dimensión desde la primera escena en la que aparece, caso contrario al de
su joven protagonista que interpreta a su hija, la cual su madre abandona a su
suerte con su irresponsable padre y que por medio de varias situaciones "cómicas", este se encariña con la niña y toma las responsabilidades de ser un
padre. La pequeña Loreto Peralta es sin duda lo más sobresaliente del film con
una encantadora actuación.
El primer acto pasa no solo entre “homenajes”
si no hasta escenas calcadas de entre películas como The Kid de Chaplin y Un
Papa Genial de Dennis Dugan para pasar por un desarrollo narrativo fallido que
busca emular a Kramer vs. Kramer, rematando con su lacrimógeno y manipulador
acto final plagado de forzados y por demás ridículos giros de tuerca que solo
alarga innecesariamente la duración del metraje de una comedia que bien puro
haber durado una hora y ser transmitida por televisión.
Estamos ante un caso donde cinematográficamente
esta película no ofrece absolutamente nada, vaya ni en su producción que es de carácter
televisivo, pero que como caso de mercadotecnia sería objetivo de análisis y
que si bien demuestra el tipo de cine que el espectador mexicano busca en estos
momentos, la intrascendencia de una película donde su director y actor principal
ofrece un contenido de la misma calidad que ofrece en sus programas en
televisión abierta, es innegable.
CALIFICACIÓN:
2 / 10
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