El director Abdellatif Kechiche
se atreve a ir más allá de lo que se había visto dentro del cine tocando el tema
de la homosexualidad de una forma abierta y sin auto censura con la historia de Ádele, una adolescente de 17 años que
al intentar experimentar el descubrimiento del amor y la sexualidad,
inesperadamente se enamora de Emma, una artista quien le ensañara las mieles y
sinsabores de las relaciones de pareja.
La ganadora de Palma de Oro en la sexagésima edición del Festival de Cannes, “La Vida de Ádele” está basada en la novela de la francesa Julie Maroh “El Azul es un color Cálido”, la cual adapta el mismo Kechiche junto a Ghalia Lacroix y que si comparamos el guión con la novela encontraremos enormes omisiones y algunos cambios que hace dan a la película un giro diferente al que Maroh le da a la historia de su personaje principal en la novela.
El director inicia el primer acto
de la cinta de forma natural, es insistente en el uso de primeros planos, busca
que observemos bien a este gran descubrimiento actoral que es la hermosa Ádele
Exarchopolous como el personaje principal de la cinta, busca que como
espectadores no perdamos de vista sus facciones, sus gestos, sus acciones, que
prestemos atención a la tonalidad de su voz mientras ella descubre el amor, las
relaciones sexuales y de pareja con un joven compañero de escuela, hasta que
Emma (Léa Seydoux) se cruza en su camino. Es desde esa secuencia donde sabemos
que la vida de Adele no volverá a ser la misma.
La química entre ambas jóvenes
actrices es instantáneo, mientras
Kechiche nos lleva por el viaje del autodescubrimiento de Ádele junto a Emma,
vamos siendo testigos de esa infatuación y es con la primera experiencia sexual
entre ambas, esa escena de sexo excesivamente explicito la cual toma al
espectador desprevenido y lo deja helado, resulta una secuencia cargada de
sensualidad, fotografiada cuidadosamente y atiborrada de pasión logrando un
hiperrealismo cinematográfico entre ambas actrices entregadas a la cámara para
que el director no pierda detalle de ello.
Durante su primera hora y media
la cinta es un deleite visual y narrativo, ambos personajes logran conectar con
la audiencia con las grandiosas actuaciones de Exarchopolous y Seydoux como una
joven pareja que buscan lograr juntas sus metas de vida y anteponerse a
cualquier adversidad. Lamentablemente para su “capítulo 2” u hora y media restante, todo lo logrado en el
desarrollo de los personajes, decae cayendo en clichés dramáticos sobre los
conflictos de pareja que a pesar de algunas escenas sobresalientes que logran
librar narrativamente de la convencionalidad el camino al desenlace como la
escena de la pelea casi campal entre ambas tras una infidelidad cometida por
Adele, el ritmo se siente más pausado y carente de la fuerza narrativa con la
que la historia inicio.
CALIFICACIÓN: 9 / 10
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