Por ahí del año 98’ me remonto a
mi infancia y recuerdo que dentro mi colección de juguetes había uno que era de
mis favoritos. Este era un portafolio rojo de plástico con casi 300 piezas LEGO
de todos los colores y dos placas de ensamble con los cuales dejaba volar mi
imaginación durante horas después de hacer la tarea y hasta la hora de dormir.
Un reto a la imaginación que incomparable que uno no puede olvidar y añorar
constantemente al ver como nuevas generaciones tienen su primer contacto con el
mundo LEGO.
La tan posicionada marca de
juguetes, que en los últimos años ha firmado un sinfín de usos de marcas para
hacer crecer su línea de producto llegando a su punto más alto después de
varios destellos creativos con sagas cinematográficas y experimentos como los
creativos vídeos en Internet, resultando un perfeccionamiento de la técnica del
stop motion mezclada con animación
digital en 3D para lograr el primer largometraje ideado a partir de la simple
premisa de la marca y lograda de forma exitosa por los escritores y directores
Phil Lord y Christopher Miller (Lluvia de
Hamburguesas, 21 Jump Street).
Emmet es un pequeño constructor
LEGO el cual vive en base a las reglas que el sistema en el que vive le ha
impuesto, haciéndolo un tipo sin personalidad y sueños propios, pero que cuando
por accidente encuentra la Pieza Maestra, descubre por un viejo profeta que es
el elegido para evitar la catástrofe del Mundo LEGO amenazado por un dictador
que se hace llamar el Sr. Negocios el cual planea pegar con súper pegamento a
todos los personajes dejándolos inmóviles y quitándoles todo su poder de
creatividad. Emmet deberá buscar en sí mismo su personalidad junto a
EstiloLibre, una chica ruda y Batman para salvar a su mundo.
Lord y Miller siguiendo el estilo
de humor manejado en Lluvia de
Hamburguesas con chistes que van desde lo más bobo hasta algunos de doble
sentido, van desarrollando narrativamente la premisa de esta línea de juguetes
por medio de sus personajes con secuencias en extremo bizarras y estrafalarias,
con personajes secundarios y cameos de personajes de la cultura pop en su
versión LEGO totalmente hilarantes. Una película que como avanza en su desarrollo se convierte
en un extravagante show visual, con alocadas escenas y con los ensambles más
alucinantes e inimaginables de estos bloques. Visualmente increíble.
Después de todo este despliegue
impresionante visual y cómico, llegando a la parte climática de la cinta es que
un servidor (y seguro muchos más quienes crecieron y dejaron volar su
imaginación con estos juguetes) tuvo una regresión a su infancia con esa sola
secuencia la cual basta para recalcar la esencia más básica de esta marca, un valor
narrativo original y un homenaje no solo a la marca en sí, si no al subconsciente
creativo del ser humano, esa que le permite disfrutar y crear con objetos como
estos. Una de las historias que si bien si, apelan a fin de cuentas a la venta
de la marca, no deja de ser uno de los proyectos animados más originales vistos
en lo que va del año.
CALIFICACIÓN: 9 / 10
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