“Buscando a Dory” marca la quinta secuela que realiza en su
historia el estudio de animación Pixar de una de sus películas, y con ello
viene la creciente preocupación de si están perdiendo originalidad o
reinventando sus propios universos.
En la nueva aventura que nos lleva de regreso al basto mar,
ahora con esta olvidadiza pez cirujano como protagonista, iremos en un viaje a
través de los flashes de su memoria a corto plazo para encontrar a su familia
perdida.
¿Les suena la fórmula? ¡Pues sí, es similar a “Buscando a
Nemo”!
Pero lo que hace a esta cinta realmente sobresaliente son
dos cosas. En primera, la animación de Pixar que ahora juega con aspectos
técnicos de profundidad de campo y el realce de las texturas del entorno
animado; y en segunda, el giro a la premisa de la “discapacidad” de los
personajes que la rodean como una cualidad para hacerlos entrañables.
La discapacidad como factor elemental de la trama es uno de
los grandes puntos fuertes de esta cinta.
Aunque podrá no sentirse tan innovadora en su concepto, la
forma en que se cuenta la historia con el estilo que Pixar tiene para tocar
fibras emotivas y la creatividad para llevar a sus personajes a superar sus
conflictos, la hacen entrañable y una secuela a la par de su predecesora.
Cabe hacer mención especial del cortometraje previo a la
cinta titulado “Piper”. ¡Imperdible!
Columna para Capital Hidalgo
NOTA EXTRA: No se salgan hasta que hayan finalizado los créditos, hay una grata secuencia final.
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