En la primera entrega de la
película “Los Ilusionistas: Nada es lo que parece”, conocimos a un grupo
secreto de ilusionistas que utilizaron sus mejores trucos para desenmascarar
una serie de juegos empresariales mientras se develaba ante nuestros ojos una
sociedad secreta de “magos” modernos.
Siguiendo la premisa de aquella
cinta del 2013, ahora con el cambio de un miembro del equipo (Lizzy Caplan, en
lugar de Isla Fisher), los fantasmas de la cinta anterior regresan a atormentar
a nuestro equipo estrella para arruinar sus planes.
Mark Ruffalo y Jesse Eisenberg
regresan a sus papeles de la cinta anterior ahora junto a Daniel Radcliffe
alias “Harry Potter” (mágica ironía) como un torpe antagonista, quien junto al
innecesario y ridículo doble papel de Woody Harrelson, buscará vengar a su
padre (Michael Cane) ante el daño causado por los Jinetes.
Lamentablemente, la cinta es
torpe, incoherente, condescendiente y lo peor: ¡ABURRIDA!
Son contadas las secuencias que
sobresalen, sobre todo las de acción, ya que aquí la explicación de los trucos
de magia parecen gratuitos, y si se le busca a profundidad, hay incoherencias
dentro de su desarrollo que no buscan ser explicados a detalle como lo hiciera
su antecesora.
“Los Ilusionistas 2” se une a
otra fallida secuela más de esta decepcionante temporada cinematográfica
veraniega.
¡Entra bajo tu propio riesgo si
es que te quieres arriesgar a ver como desparece “mágicamente” el dinero de tu
cartera al comprar un boleto para ver la
cinta!
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