Por: Alberto Molina
Tras el éxito que resultó Zootopia, Disney
vuelve a arriesgarse por el género de princesas con “Moana: Un mar de
aventuras”.
Moana, más que ser princesa, es una joven
próxima a heredar la responsabilidad de guía de su tribu que habita en una isla
tropical que se siente como una mezcla cultural de lugares como Hawaii, Samoa y
Polinesia.
Ante este mix-cultural, el estilo visual de la
película brilla en sus escenarios así como en el diseño de los personajes que
presentan rasgos físicos característicos de habitantes de esas zonas del mundo.
La película juega con temas como la valentía,
la madurez, el destino y la amistad. Nada que Disney no nos haya contado,
haciendo sentir a la cinta predecible, formulaica y poco arriesgada; más sin
embargo, cuenta con algunas secuencias memorables y personajes que sirven para
explotar el tono cómico de la aventura de Moana.
El verdadero y gran protagonista de la cinta
es la música, trabajo en donde se incluye la participación del ganador del
premio Tony por la obra musical de Broadway “Hamilton”, Lin-Manuel Miranda,
quién le imprime su sello tanto a la música como a la lírica.
Pese a carecer de originalidad y ese “algo”
que la haga memorable como lo han sido cintas pasadas del estudio, Moana es una
propuesta animada decente para esta temporada.
Cabe hacer mención del original y conmovedor
cortometraje previo a la cinta, titulado “Inner Workings”. ¡Reflexivo, bien
animado y muy divertido!
Texto para Capital Hidalgo
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