Es interesante cuando el cine
quiere homenajear a aquello que lo hacen y dentro de la historia del séptimo arte
han sido pocas las biopics o historias que narran la labor de cineastas famosos
para hacer sus películas, viniéndome a la mente una de las joyas de Tim Burton
junto a Johnny Deep, “Ed Wood”.
La nueva película del director
Sacha Gervasi, a quien podemos ubicar como guionista principal de la película
de Steven Spielber “La Terminal”, nos relata basándose en el libro de Stephen
Rebello, la historia de cómo el gran director y maestro del suspenso cinematográfico,
Alfred Hitchcock lucha por producir uno de sus filmes más aclamados, “Psicosis”.
Si bien el guionista John
McLauglin (Co-guionista de El Cisne Negro) se basa en el libro de Rebello, el
guión recae en la ficción y reimaginación de las situaciones que el libro
explica.
El personaje de Hitchcock,
interpretado por Antony Hopkins, lejos del plano en el que el director siempre
fue visto, como la persona oscura y retorcida, si bien nos proyecta un lado
humano del personaje resulta demasiado caricaturizado e incluso poco creíble durante el metraje. Y ni hablar de su caracterización un poco burda en aspectos
de maquillaje. Toda una caricatura del famoso director.
A Hopkins le acompaña como la
esposa del Hitchcock la grandiosa Helen Mirren, que si bien no es el papel de
su carrera, exprime al personaje de manera sutil y cándida.
También el reparto se encuentran
un poco desaprovechados Toni Collette, a Scarlett Johanson como como la hermosa
Janet Leigh entre otros actores encarnando a aquellos que dieron vida a los
personajes de “Psicosis”.
Donde sin duda “Hitchcock” logra
brillar es en sus constantes referencias al director como a sus películas y diálogos
en referencia a frases del mismo director. Constantes acercamientos a Hopkins
mirando por las persianas como en “La Ventana Indiscreta”, Hopkins hablándole al
público como Hitchcock lo hacía en el programa televisivo “Alfred Hitchcock
Presenta” y las incontables escenas emulando la filmación de “ Psicosis” y la
maravillosa escena donde Hopkins como Hitchcock ve reaccionar a la audiencia en
la primera proyección de la película durante la escena del asesinato en la
ducha, maravillosa.
Lamentablemente esos son los
momentos por los que brilla la película además de algunos buenos chistes
referenciales por parte de Helen Mirren, pero como historia, la película se cae
en el cliché en un forzad drama sobre el matrimonio con problemas y que se reconcilia al final,
haciendo de la película y que ojo NO ES UN BIOPIC, un sino algo fallido referente a COMO
ES QUE SE FILMO PSICOSIS.
Es aplaudible la forma en Gervasi
recrea la época, como refleja a la industria de Hollywood e incluso McLauglin
en su guión hace un interesante reflejo del personaje y su película con su
forma de relacionarse con las mujeres que lo rodean, reflejado en esas escenas oníricas
donde Hopkins en su personaje interactúa con el “verdadero” Norman Bates; pero
tanto el guionista como el director buscan abarcar tanto en tan emblemáticos personajes,
que sin duda quedan debiendo al espectador, y más al asiduo fan de las
películas de Alfred Hitchcock.
CALIFICACIÓN: 6 / 10
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