Seguramente algunos recordaran al director estadounidense, Harmony Korine por su escandalosa cinta del año 1995 “Kids” donde nos narra la vida desenfrenada de varios adolescentes estadounidenses puestos en un ambiente donde las adicciones y el sexo es común dentro de su mundo.
Con “Spring Breakers” Korine retoma
esa premisa para ahora contarnos la alocada aventura de cuatro adolescentes que
roban dinero para poder vivir el “mejor spring break” de sus vidas.
De entrada, Korine consigue a un
cast interesante, donde podemos ver a James Franco en su papel de Gangster
local interpretándolo sínicamente y a la vez de forma sencilla y convincente.
Le acompañan las cuatro “spring breakers”: la ex chica Disney, Vanessa Hudgens quien junto a Ashley Brenson son lo
más olvidable de la película en cuanto a actuaciones, sus amigas en cambio, Rachel
Korine (hija del director) sobresale y la sorpresa y seguramente gancho
publicitario del filme, Selena Goméz en el papel secundario más fuerte de la
película y seguro el mejor de su carrera hasta ahora, interpretando a una
ingenua adolescente cristiana que decide tomar la decisión de vivir la aventura
junto a sus amigas.
Como lo hiciera en sus filmes
anteriores, el director visualmente es grotesco en sus tomas a detalle,
fotografiando la sexualidad, con una cámara al hombro que nunca deja de moverse
pero eso si, con una fotografía estéticamente notable a cargo de Benoit Devie
(Irreversible).
El problema con la cinta es su
indefinida línea narrativa, donde Korine en cada uno de los tres actos hace un
collage de situaciones que a veces no logran crear una coherencia narrativa,
sus diálogos repetitivos y mal manejeados en monólogos poco convincentes pierde
fuerza y crea desinterés en el espectador así como resultando poco convincentes
a nivel dramático dejando a los personajes más pobres para cerrar su intento de
reflejar la violencia y la juventud en decadencia.
Tal vez lo que más sobresale de
la cinta es su estilo visual que si bien no es innovador, se siente fresco cinematográficamente,
rescatando a mi parecer la secuencia más funcional del filme donde Franco junto
sus “chicas” cantan “Everytime” de Britney Spears mientras cometen fechorías o
el asalto a la cafetería que cometen 3 de los personajes filmado en plano
secuencia desde el punto de vista de un automóvil.
Fallida en la mayoría de su
metraje, la película lejos de su atractivo visual y musical, deja mucho que
desear, carente de profundidad en su temática, repetitiva y con diálogos pobres
que lo único que logran es cansar con su ritmo.
CALIFICACIÓN: 2/10
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