Después de varios años de no ver
en la silla del director a Guillermo del Toro, el mexicano vuelve con una
gigantesca producción veraniega muy a su estilo y que después de proyectos cancelados o puestos en espera, es
gratificante ver volver a este talentoso y estrafalario creativo cinematográfico,
esta vez, haciendo un personal homenaje al cine de monstruos japoneses así como
a algunas historias del oriente de las que se nota a “Titanes del Pacifico” muy
inspirada en ellas.
La premisa de la cinta es simple “Monstruos contra Robots Gigantes”. La
historia: En las profundidades del océano pacifico descansaron por años los
Kaijus, monstruos destinados a poblar la tierra después de destruir a la
humanidad, es por esto que una resistencia de seres humanos tripulando robot
gigante pelearan con el único fin de poder vencer a estas amenazas y salvar a la raza humana de su extinción.
De inicio, me resulta extraña y desmerecida la apresurada introducción que se nos da a los espectadores sobre como
inicia esta crisis mundial y como es que los humanos deciden afrontarla. ¿Será
que Del Toro quiso evitarse tanto lio y mejor saltar directo a la acción? No lo
sabemos. De cualquier forma la película se siente sobrada en el desarrollo de
la historia de sus personajes, dejándolos en un segundo plano y como meros
pretextos narrativos.
Si bien los actores principiales,
Charlie Hunnam y Rinko Kikuchi funcionan a secas y actores secundario como Ron
Pearlman, Idris Elba y Charlie Day logran mejores momentos que los protagonistas,
finalmente el protagonista principal de Titanes del Pacifico es la
grandilocuencia visual que se nos presenta y con un resultado sorprendente de la capacidad de Del Toro por definir la magnitud
de su universo a escala mundial y encuadrar perfecto cada toma en las batallas
entre Jaegers y Kaijus (Michael Bay, deberías aprender).
Se nota la inspiración de Del
Toro y el guionista Travis Beachman y imposible no comparar a los seres que
destruyen a diestra y siniestra la tierra en esta película con Godzilla y más aún, es imposible darse
cuenta de que los Jaegers son manipulados por humanos como se hiciera en series
animada japonesas como Mazinger Z e
incluso manejando la sincronización emocional con la maquina como en Neon Genesis Evangelion, por lo que es
muy probable que aquellos conocedores de estos trabajos orientales, encuentre
más atractiva la película que los espectadores que no tienen conocimiento de
estas obras.
En cuanto al debate entre que el
director se oponía a que el film fuera convertido a Tercera Dimensión por
razones de recaudación y que oponiéndose a la misma comento que el filme
debería ser visto en 2D, la verdad es que esta tecnología no le va nada mal la
experiencia visual que la película ofrece y que incluso entre más grande la
pantalla de proyección sea, mejor la experiencia para el espectador gracias a
una justa conversión que aprovecha mucho en aspectos de inmersión que en simplemente
capas de profundidad.
Efectos visuales de primera, una
experiencia cinematográfica inolvidable que si bien cuenta con una historia
sencilla y en momentos divertida, funciona como el producto veraniego que
pretender ser aunado al estilo visual y único de Guillermo del Toro demuestra
una gran habilidad para el manejo de efectos visuales, diseño de producción y
creatividad al momento de tratarse de crear y dar vida a monstruosas criaturas
dentro del cine.
CALIFICACIÓN: 7.5 / 10
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